Un reflejo de las consecuencias del alzheimer y de la demencia, los desgarradores autorretratos del artista con alzheimer, William Utermohlen.
Es común que, con el paso de los años, algunas personas vayan perdiendo poco a poco algunas habilidades físicas y/o cognitivas. Sin embargo, llegar al punto de no recordar en lo absoluto cómo ejerces tu vocación y profesión, es desgarrador.
Tal fue el caso del artista William Utermohlen, quien fue diagnosticado con alzheimer en el año 1995. Desde dicho momento, como muestra de la lucha constante contra su propio olvido, el artista realizó autorretratos en los que claramente se aprecia el progreso de su enfermedad.
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William Utermohlen
William nació el 04 de diciembre de 1933 en South Philadelphia [USA], en una familia de origen Alemán. Desde muy joven tuvo una inclinación por el arte, Llevó a cabo sus estudios en Ruskin School of Drawing and Fine Art de Oxford, en Inglaterra, en donde pudo desarrollar su vocación y futura profesión, especializándose en los retratos, tanto a lápiz como al óleo.
A partir de 1957 empieza a desarrollar y exponer; a los largo de Europa y Estados Unidos, una serie de obras pictóricas abordando diversos estilos y temáticas.
Diagnóstico de Alzheimer
En 1991, William comienza a padecer los primeros síntomas de un posible deterioro cognitivo. Su esposa, la historiadora de arte; Patricia Redmond, fue quién notó en primera instancia, cómo su esposo tenía ciertas dificultades para realizar simples actividades diarias, como por ejemplo, abrocharse el cuello de la camisa, problemas con la memoria, el manejo de su dinero e incluso, la pérdida de habilidades para la escritura.
Sin embargo, fue recién en el año 1995 cuando el artista, junto a su esposa, se acercaron al Instituto de Neurología del University College de Londres para evaluar el tema. Para dicho entonces, William ya no era el mismo, se presentaba sin ánimos, deprimido, taciturno y con déficit de atención.
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Luego de la evaluación respectiva, se constata un deterioro moderado en diversas áreas relacionadas a su funcionamiento cognitivo. Por otro lado, la resonancia magnética realizada, revela una atrofia cerebral generalizada. Es así como, en 1995 fue diagnosticado con una probable enfermedad del Alzheimer a los 62 años de edad.
El Retrato del Olvido
Para el artista William Utermohlen, una manera de comprender lo que le estaba sucediendo, fue expresar lo que sentía a través de autorretratos.
1967
1995
1996
Hasta este momento, si bien, hay una notable diferencia entre la pintura realizada en 1967 y las posteriores, aún podemos ver ciertos detalles en la expresión del artista, el uso de las sombras y colores. Por otro lado, algo que se puede apreciar claramente es una mirada llena de enojo o frustración. Esto provoca que el espectador se pueda conectar fácilmente con las emociones que el artista estaba sintiendo en ese momento.
1997
1998
A esta alturas, los autorretratos ya no parecen haber sido hechos por un artista, sino por un aprendiz, o incluso por un niño. A pesar de la ausencia de detalles en cuanto a las expresiones, lo más desgarrador de todo, es que su mirada llena de tristeza, temor, enojo y confusión, persiste.
Por su parte, Patricia aseveró: “En estas imágenes vemos con intensidad desgarradora los esfuerzos de William en explicar su ser alterado, sus temores y su tristeza”, “A veces era consciente de sus fallos técnicos, pero no podía encontrar la manera de corregirlos”.
1999
2000
El alzheimer afecta, en particular, al lóbulo parietal derecho. Éste es sumamente importante para visualizar algo internamente y así, poder proyectarlo en un lienzo.
Finalmente, lo que observamos es simplemente desolador. De no saber que se trata de autorretratos de un artista con alzheimer, se podría pensar que estamos frente a obras abstractas. No obstante, como sabemos, esto no es así.
Utermohlen continuó realizando sus dibujos hasta el año 2004 cuando, luego de alcanzar una atrofia generalizada en su cerebro, además de perder casi toda la capacidad de hablar, fue trasladado a la residencia de ancianos “Princess Louise”. Finalmente, el 21 de marzo de 2007 en el “Hospital de Hammersmith”, el artista William Utermohlen, fallece.
El caso de Utermohlen sirve para comprender el sufrimiento de quienes padecen dicha enfermedad. Con ello, poder brindar un apoyo moral y emocional al individuo. Además de ofrecerle una mejor calidad de vida, con el fin de detener o apaciguar el avance de este trastorno.
Por otro lado, nos enseña un poco acerca de que, si bien, las habilidades físicas y cognitivas se fueron perdiendo, la creatividad y la pasión por lo que amaba, el arte, nunca se perdió.